Proceso de diseño
Proceso de diseño
El proceso de diseño es una forma de trabajo iterativa que permite abordar la resolución de problemas y la búsqueda de oportunidades. Aunque la forma de dividir y nombrar sus fases puede variar entre diferentes modelos, se estructura en unos pasos comunes que podríamos denominar: exploración y comprensión, definición y enfoque, ideación y generación de soluciones, prototipado y pruebas, y por último, implementación y evaluación.
Esta forma de trabajo se aplica en diseño de productos, servicios, experiencias de usuario, etc., y existen distintos esquemas o modelos que lo representan. Desde los más conocidos como el Doble Diamante, el Design Squiggle o los 5 pasos del Design Thinking (pensamiento de diseño); hasta modelos creados y adaptados para cada organización.
Creemos que el modelo más práctico para iniciar y desarrollar el proceso de diseño, es el del doble diamante divulgado por el Design Council de Reino Unido. Este modelo divide el proceso de diseño en cuatro etapas: descubrir, definir, desarrollar y entregar.
Cada una de estas etapas tiene un enfoque de divergencia o convergencia. En la divergencia se busca abrir el foco, por ejemplo, recoger más información o generar ideas; y en la convergencia se busca cerrar el foco, por ejemplo, sintetizar información o prototipar soluciones concretas.
Adaptación visual de “The Double Diamond” por Design Council, licenciado bajo CC BY 4.0. Fuente: Design Council
Para aprovechar el proceso de diseño y que no sea una herramienta intrascendente, creemos que deben tenerse en cuenta algunos principios fundamentales. Para ello, hemos tomado como referencia los principios para el proceso de diseño propuestos por la iniciativa Design Basics, y otros que, según nuestra experiencia, son clave.
De manera general, para cualquier etapa, consideramos principios fundamentales:
Pensar siempre en las necesidades de las personas.
Integrar en el proceso de diseño a las personas usuarias y a las partes implicadas.
Empezar por lo que tenemos a nuestro alcance.
Favorecer las propuestas pequeñas y concretas frente a las grandes y abstractas.
Etapas y principios para cada etapa
Descubrir
Esta es una etapa de divergencia en la que deberemos empatizar, hablar con personas usuarias, buscar información de contexto sobre el tema inicial, etc…
Principios para esta etapa
Mantener una actitud autocrítica sobre qué sabemos y qué no sabemos.
Hablar sin miedo con las personas usuarias y partes implicadas.
Recoger necesidades reales de las personas usuarias y partes implicadas.
Respetar y proteger las opiniones y necesidades de los demás.
Empatizar con las necesidades de otras personas.
Definir
Esta es una etapa convergente en la que reflexionamos e identificamos la información clave, generamos retos concretos que respondan a esas necesidades y seleccionamos los retos que vayamos a abordar.
Principios para esta etapa
Evitar que la información recogida sea utilizada para justificar soluciones pensadas con anterioridad.
Guardar las ideas que surjan para cuando estén definidos los retos.
Desarrollar
Esta es una etapa de divergencia en la que se trabaja en imaginar cómo resolver el reto, generar ideas y transformar las mejores en un concepto de solución.
Principios para esta etapa
Dar oportunidades a las ideas poco convencionales.
Generar ideas sin pensar en su viabilidad.
No juzgar las ideas antes de la fase de selección.
Construir ideas complementando las ideas de los demás.
Proponer soluciones para las necesidades reales de usuarios y partes implicadas.
Entregar
Esta es una etapa de convergencia en la que se materializa el concepto, se crean los prototipos, son probados por los usuarios y partes implicadas y se iteran las soluciones hasta poder implementarlas.
Principios para esta etapa
Priorizar por su viabilidad los conceptos y prototipos.
Testar e iterar las soluciones siempre con usuarios y partes implicadas.